El problema del uso del agua tiene otra causa fundamental:
la baja eficiencia en su conducción y aplicación. Para solucionar esto se
requieren más programas de infraestructura, algo que por los niveles de
inversión que maneja, la
minería ha podido resolver de forma eficiente. El
diálogo y la búsqueda de soluciones bajo la guía de la discusión honesta (y no
la repetición de frases impuestas como discurso único) es la vía adecuada para
avanzar en el marco de la
minería en Santa Cruz.
He leído algunas cartas de lectores que señalan que la
minería hace un uso excesivo del recurso hídrico. Es inexacto. La minería no es
una gran consumidora de agua. Para tener una idea de las magnitudes, que son
fácilmente comparables, la agricultura usa el 70% del agua dulce disponible, la
industria un 20%, el 8% es de uso doméstico y el 3% para otras actividades,
entre ellas la minería, que utiliza menos del 1% del total. Se calcula que se
necesitan de 0,253 a 1 litro por segundo por hectárea de tierra sembrada, por
ejemplo vid u olivos. Una chacra de aproximadamente 1.000 hectáreas de olivos o
viñedos consume 253 litros de agua por segundo. Una explotación agrícola media
consume entonces lo mismo que la mina más grande de la Argentina, que utiliza
254 litros por segundo. Así y todo, las empresas realizan grandes inversiones
para reducir el consumo de agua a través de su recirculación en los procesos.
Estas fueron palabras del Ingeniero Hugo Nielson