En la Patagonia, la exploración y explotación de
minería en Santa Cruz
tiene un gran trabajo: las organizaciones ambientales que afirman que
esta actividad tendrá un fuerte impacto negativo en los glaciares,
patrimonio natural de muchísima importancia para la Argentina. Sin
embargo, los estudios demuestran que los glaciares y la minería pueden
coexistir en armonía, sin que nadie resulte perjudicado.
“La gente que se
dedica a la minería siempre tiene que tomar en cuenta estos procesos que
están pasando en los glaciares y de ninguna forma deben interrumpirlos.
En su trabajo, tienen que tener en cuenta todas las consecuencias que
pueden suceder”, dijo el investigador ruso Vladimir Kotlyakov.
Los glaciares están protegidos por la misma naturaleza y los procesos
naturales involucrados son tan grandes que ninguna acción del ser
humano conocida hasta ahora puede afectarlos. Gracias a la tecnología,
podemos estar tranquilos de que la naturaleza está siendo protegida en
el contexto de la
minería en Santa Cruz.
Kotlyakov también habló sobre la presencia de la agricultura, otra
preocupación grande para los habitantes de la Patagonia que piensan que
la presencia minera tiene un efecto negativo sobre las cosechas. “Todo
puede coexistir si uno está pensando en cómo hacerlo, con razonamiento.
Es como la gente: toda la gente puede convivir pero si se tratan uno a
otro razonablemente, en nuestro tiempo, en el siglo XXI, hay nuevas
tecnologías que nos permiten fácilmente coexistir en ese sentido”.